Cleopatra VII nació en el año 69 a.C., hija de Cleopatra V y de Ptolomeo XII, era descendiente de la dinastía de faraones, la Lágida, que no tenía su origen en Egipto, sino en Macedonia, Grecia. Estuvo casada con sus hermanos Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV, y también con Marco Antonio.
Fue educada en la cultura helénica, y fue la primera reina ptolomeica que aprendió el idioma egipcio. Los testimonios de su tiempo indican que era una mujer muy inteligente, culta y delicada. Además de su griego vernáculo, hablaba egipcio demótico, hebreo, sirio, arameo y algo de latín. Tenía conocimientos de literatura, música, política, matemática, medicina y astronomía.
Según el historiador Plutarco: "Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación y por las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el sonido de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje". "Platón reconoce cuatro tipos de halagos, pero ella tenía mil".
Egipto estaba tutelado por Roma desde hacía varios años debido a las enormes deudas que arrastraban los últimos reyes lágidas. Cleopatra era políticamente muy ambiciosa y tuvo que hacer frente a una situación muy difícil, ya que Egipto sufría de repetidas hambrunas y se había convertido en un país sacudido por continuos conflictos.
Su inteligencia y su personalidad arrolladora fueron sus principales armas de seducción, con las que cautivó a dos de los hombres más poderosos del mundo conocido hasta entonces: los romanos Julio César (con quien tuvo a su hijo Cesarión) y Marco Antonio (con quien tuvo a sus gemelos Alejandro Helios y Cleopatra Selene).
La profesora Pilar Rivero, de la Universidad de Zaragoza, escribió: "Todas las acciones políticas de Cleopatra VII Filópator perseguían dos objetivos: primero asegurar su poder (y posteriormente el de sus hijos) y segundo ampliar el territorio controlado por Egipto. Para conseguirlo consideró necesaria una firme alianza con la principal potencia mediterránea: Roma".
La muerte de Cleopatra, Reginald Arthur, 1896
Tras la muerte de Marco Antonio, Cleopatra decidió suicidarse antes de ser apresada y exhibida como esclava por Octavio. Según parece, permitió que un áspid inoculara su veneno en su deseado cuerpo, en el año 30 a.C. Desde ese momento empezó a forjarse la leyenda de esta extraordinaria mujer que hizo lo que creyó conveniente con tal de conservar su poder y de preservar a su país.
Cleopatra despierta una gran fascinación por su vida llena de intrigas, luchas de poder, matrimonios escandalosos, seducción, romances, asesinatos, suicidios, lo que hace que su memoria se mantenga indeluctiblemente. Ha sido la inspiración de escritores, pintores, escultores y cineastas de todas las épocas. Que han contribuido a que veamos a Cleopatra como una mujer de exótica belleza y con un poder de seducción capaz de someter a los hombres, que no podían resistirse a sus encantos.
Fuentes:
